El jueves 6 de Febrero se realizó el 3er encuentro del taller de Reevo. Demoramos un poco en compartir las novedades con la red, pero aquí están. El tema que nos convocaba en esta oportunidad era “Educación Libre y Democrática”. Como todas los encuentros, intentamos llegar a la reunión leyendo algo de material previo al respecto. En esta oportunidad un artículo muy rico sobre pedagogía libertaria abrió las puertas del debate (Me refiero al artículo “La propuesta sociopolítica de la pedagogía libertaria” de Francisco José Cuevas, descargable aquí).

Se aprende la libertad en libertad

De entrada nos encontramos con entendimientos del concepto “educación libre” completamente diferentes, que correspondían a entendimientos distintos de la libertad. Por un lado, están aquellas experiencias de educación libre formuladas desde la libertad individual o personal del ser humano. En el artículo Cuevas se refiere a esta corriente como “no directiva”, donde se fundamenta que el aprendizaje de la libertad se logra a través de la práctica de esa libertad intrínseca de los niños, proceso en el cual el adulto no debe pretender interferir o dirigir. Aquí la libertad se entiende como una condición natural del ser humano.

La propuesta de la escuela Summerhill de A.S.Neil puede ser un ejemplo de ese entendimiento de libertad. También se mencionaron y exploraron otros ejemplos más cercanos a nuestra realidad, como los movimientos de educación libre en España o bien la experiencia de El Pesta de Mauricio y Rebeca Wild en Ecuador, quienes hablan abiertamente de no-directividad. Vimos un interesante video de la Escuela Libre de Albany (The Free School) donde se ve un ejemplo con décadas de experiencia en Norteamérica.

La libertad es una conquista colectiva

Pero hay otro entendimiento claro de la educación libre, y es aquel que entiende la libertad como una construcción social. Esta es una interpretación colectiva de la palabra que se expresa en pensar que solo somos libres porque acordarmos serlo, que solo podemos ser libres si todos somos libres. Este entendimiento, si bien no se contradice directamente con el otro, hace especial atención a un sentido de la libertad.

Las experiencias educativas enmarcadas en esta visión de la educación libre, son aquellas más vinculadas a los movimientos políticos y sociales como el anarquismo. En el caso de España, la Escuela Moderna de Ferrer i Guardia puede ser el ejemplo histórico más claro, siendo la escuela antiautoritaria Paideia un ejemplo actual. Estas experiencias piensan a la libertad como una conquista, por lo que los niños van acercandose a la libertad con el paso del tiempo.

Inclusive hay quienes proponen experiencias graduales de paso del autoritarismo benevolente en la primer infancia a libertad total en la escuela secundaria. En este caso, también vimos algunas imágenes del film “Escuela Viva” sobre la propuesta de la escuela Paideia, aunque se mencionó que algunos autores no consideraban a Paideia dentro de este grupo.

Democracia, según por donde se la mire

Al igual que el concepto de libertad tiene diferentes interpretaciones, conversamos sobre las acepciones de la “educación democrática”. Por un lado entendemos que hay una visión tradicional de la educación democrática como educación cívica: aquella en la que la democracia es un objeto de estudio o bien una simulación, como es el caso de las simulaciones de voto o naciones unidas en etapa escolar.
Luego nos encontramos con un modelo de democracia con un sentido funcional: aquellas experiencias donde la democracia es un medio, por ejemplo en los centros de estudiantes, los comités disciplinarios, o bien los gobiernos estudiantiles que toman decisiones sobre el mantenimiento o el reglamento de las escuelas.
Finalmente, nos encontramos con una democracia pensada para la transformación social, aquella que es parte fundamental para le experiencia educativa. Por ejemplo, en escuelas autogestionadas donde las decisiones se deciden de forma asamblearia por los mismos alumnos y la comunidad educativa, y donde la democracia institucional en si misma cumple una función pedagógica para el encuentro con el otro y la construcción de concenso.
Antes de finalizar, Nahuel recordó otro entendimiento de educación democrática, que es aquel que refiere al derecho a la educación: la democratización de la educación como la garantía que asegura el estado de que todo niño y niña tiene acceso a ir a la escuela.

Pasaron volando las 3 horas de encuentro sin notarlo y las ganas de seguir conversando sobre el tema se sentían en el aire. Este encuentro transmitió un mensaje particular que tiene que ver con la importancia de comprender desde que paradigma conceptual explicamos o entendemos a la educación. Esta diversidad de interpretaciones seguramente atraviesa todas las corrientes de educación alternativa. En la educación libre y democrática es clara la necesidad de abordar todos los sentidos, seguramente nos encontraremos con otros casos con el correr de los encuentros.