Luciana Vieytes nos cuenta cómo nace y se desarrolla la propuesta educativa de Kalimaita, en Uruguay. A través de su crónica, conocemos un proyecto que se basa en el respeto por la manifestación del Ser esencial de cada niño y niña, y donde madres, padres y docentes sanan y crecen para poder acompañar los procesos de vida.

Previo a su nacimiento, vengo acompañando el proceso de anclaje de Kalimaita en el Departamento de Canelones, Uruguay. En el año 2015, me encontré con un centro educativo de referencia para la zona de Costa de Oro. La escuela es un ejemplo que busca reinventar la enseñanza y la figura de los actores involucrados (niños, familia, escuela, comunidad). El proyecto funciona en una casa remodelada, con un fondo amplio y verde, que cuenta con una sala especial para meditación y actividades acrobáticas. Admiré la capacidad constante para cambiar y crecer desde el amor y la armonía; esto es algo que destaco especialmente de esta escuela: la habilidad para transformarse y evolucionar. Un vértice que entiendo fundamental para la educación del nuevo milenio es la transformación, no desde la supervivencia sino desde la expansión de la manifestación de todo lo que Es.

La historia

A continuación, comparto la historia de Kalimaita, cuáles son los perfiles de los docentes, las actividades curriculares y la mirada hacia el niño y su familia que conocí al visitar la escuela y a través de la entrevista que realicé a los directores Cecilia Martinelli y Nicolás Acosta.

El Centro Kalimaita nace en el 2013 con el impulso de un matrimonio uruguayo de crear la educación que deseaban y soñaban para sus hijos. Se gesta a partir de haber experimentado la Educación Evolutiva AMATREYA con todo lo que creían fundamental que debía tener un centro educativo en la actualidad. La idea fue generar un espacio dónde los niños puedan ser recibidos con amor, integrando las distintas edades y los contenidos curriculares a aprender.

Jugando

Jugando

La escuela tiene niños de un año en adelante, hasta completar el ciclo de Educación Primaria. Está autorizada por el Ministerio de Educación y Cultura desde el 2014 y en trámites de habilitación por la Administración Nacional de Educación Pública. Funciona todos los días de 13 a 17 h y cuenta con un equipo docente que parte de la diversidad como aspecto fundamental para la riqueza del servicio educativo: docentes egresados de magisterio, educadores, bailarines, artistas plásticos, acróbatas y, en su mayoría, iniciados en un método de sanación energético. Los docentes cuentan con dos horas diarias destinadas a compartir con el equipo, mirarse hacia adentro, buscar soluciones de lo que viven dentro y fuera de la escuela. En el año 2015, Centro Kalimaita cuenta con 51 familias que co-crean la propuesta educativa.

Una mirada integral

Todos los días comienzan y cierran la jornada en círculo: docentes y niños comparten un espacio para la danza, el canto, el juego y la sanación en el encuentro en círculo y de manera horizontal. El rol del docente es acompañar para poder leer lo que necesita el niño y servir de puente entre él y la familia.

Acompañan y contienen lo que el niño quiera Ser cuando quiera Ser. Cada grupo tiene un docente de referencia y se fomenta que los niños reconozcan a todo el equipo como referentes educativos. De esta forma los adultos, sean padre, madre o referente educativo de la escuela, conforman una unidad de coherencia para la convivencia armónica, dando lugar a los acuerdos y desacuerdos en forma honesta y pacífica. Siendo ejemplo vivo de la sociedad que apuntamos a construir.

Salón

Salón


El abordaje del niño es desde una mirada lo más integral posible, es por ello que se entiende primordial el compromiso de los padres en ser partícipes activos de la educación de sus hijos. Este compromiso es fundamental para la continuidad en Kalimaita. Los padres se comprometen a participar activamente, así como también a estar abiertos a ir hacia adentro y mirarse a sí mismos. Son parte integral de la propuesta. Se cuenta con espacios de co-evaluaciones de cada niño, de cada grupo clase de la escuela y co-evaluaciones institucionales dónde se encuentran el docente y los referentes adultos para compartir lo que observan y sienten. En algunas ocasiones, los niños han solicitado participar y se consideró oportuno.

Arte, espiritualidad y ciencia son fundamentales para el abordaje de los contenidos. El conocimiento artístico permite que el niño se exprese, ya que el arte es la vibración más alta del ser. El arte es la oportunidad para gestar creadores y no imitadores. El conocimiento científico sirve para entender que formamos parte de una sociedad; y el espiritual, para saber que formamos parte de un todo.

Para Kalimaita es esencial trasmitir la conciencia de que podemos sanar. Se vivencian círculos en donde se genera un espacio de energización, de amor, de contención y compañía.

Kalimaita es una propuesta educativa diferente, donde aprenden niños y adultos. Un espacio para la realización del Ser.