Hace algunos años un grupo de maestros comprometidos en transformar los modos de relación alumno-maestro, decidieron crear el Centro Educativo Libertad, un espacio de educación formal dedicado a experimentar nuevas maneras de aprender y enseñar, desde el reconocimiento de su entorno a través de la formulación de proyectos.
Mientras Fernanda y yo esperábamos en el recibidor, sentadas en una antigua banca de madera en el segundo piso de la casa, vi que varios chicos sin uniforme volvían de la tienda con algunas cosas de comer. Cruzaron la puerta entreabierta, y subieron las escaleras dejando atrás un murmullo de risas en el aire. Esta escena me impactó al instante y me hizo regresar en el tiempo al colegio donde estudié. Veía la puerta principal custodiada por un vigilante presto a atrapar cualquier estudiante que osara atravesarla sin permiso (pese al ojo inquisidor, logramos escabullirnos un par de veces por una reja mal cerrada a unos pocos metros de la portería). Cómo anhelábamos despojarnos del traje cuadriculado y aquel triste saco gris…
Un saludo me hizo regresar al presente y allí estaba Sandra Ramírez, directora del Centro Educativo Libertad, o CEL, como ella misma lo llama, quien nos guío hacia su oficina por otra escalera en forma de caracol. Allí comenzó su relato.
“Algunas veces se presenta el caso en que los niños y jóvenes no se sienten identificados con las dinámicas, los espacios, las formas de relacionarse debido a que, en parte, aún están atados a la norma, al deber hacer, y se resisten a dar el paso hacia nuevas formas de aprender”
Allá por el año 1991, el Colectivo de Educación Alternativa-Ceal, un grupo de maestros investigadores, había establecido un jardín infantil y desde entonces indagaban por otras formas de interactuar con los niños, se preguntaban cómo transformar la relación con el conocimiento. Fue así que un año después se arriesgaron a dar sus primeros pasos como una institución formal de educación primaria y secundaria, donde se dedicaron a jugar más, a escuchar más, a experimentar nuevas maneras aprender y enseñar.
Pero esta nueva visión no se limitó a la práctica del día a día; el colectivo se dio a la tarea de sistematizar lo que estaba sucediendo, de construir un documento con fundamentos teóricos que fueron encontrando en una serie de modelos pedagógicos, tales como la escuela activa, el constructivismo y la pedagogía crítica. De esta forma, los maestros elaboraron su propio modelo, que llamaron pedagogía proyectiva, y que han desarrollado durante 20 años a partir de la reflexión y revisión permanente. Constituye un modelo que va más allá de la pedagogía por proyectos, pues intenta indagar las diversas formas en que los niños y jóvenes conocen, qué se preguntan, cómo llegan a establecer hipótesis y a leer la realidad. Se trata, pues, de una concepción epistemológica del aprendizaje.
Proyectos flexibles
Es natural entonces que en el CEL no haya asignaturas ni un sistema de evaluación cuantitativo. Allí se propende por que los estudiantes vivencien una red de saberes que emergen de sus propias preguntas y explicaciones, desde el reconocimiento de sus sueños e inquietudes, los cuales se conectan con proyectos anuales pensados por los maestros. Ellos platean un contexto en el que se puedan desarrollar naturalmente los proyectos, una ruta flexible que van recorriendo de forma colectiva, que nutren, cuestionan y transforman los niños y jóvenes a medida que avanzan. En palabras de Sandra: “sabemos por dónde arrancan pero no sabemos qué camino van a tomar”. Se produce un ambiente generador de sentido para contar, medir, narrar, observar la realidad y apropiarse del mundo. Cada año supone un nuevo comienzo.
Asimismo, existen unos ejes que atraviesan todos los proyectos: comunicación, arte, pensamiento social, pensamiento natural, pensamiento lógico-matemático, y actitud científica; elementos esenciales para el fortalecimiento del sujeto, para que los niños y jóvenes sean personas sensibles, creativas, propositivas, que tengan la capacidad de conmoverse y ser solidarios. Una forma de materializar este enfoque es la formulación de proyectos que tengan impacto en la comunidad. El barrio La Candelaria, donde se encuentra el CEL, es otra aula: la arquitectura, la biblioteca Luis Ángel Arango, las calles con sus nombres curiosos, los cerros. Por ejemplo, mediante recorridos los estudiantes han identificado problemáticas ambientales de la localidad, han estudiado cuál es su estructura hídrica, cómo funciona el clico del agua, y han encontrado problemas reales como el hecho de muchas personas del sector viven sin acueducto, un factor básico de calidad de vida.
Martha Méndez, la mamá de Zamir, quien está en Nivel 5 (lo que en la mayoría de los colegios corresponde al grado de Transición), me contó sobre el proyecto de este año: “Ha aprendido mucho sobre diferentes civilizaciones indígenas y le gusta compartir conmigo lo que aprende. Por ejemplo, él mismo me explicó en qué consistía Chakana, que es el proyecto que están trabajando”. La Chakana, o Cruz del Sur, que significa literalmente “escalera a lo divino”, es la bitácora de viaje para los niños de 5 a 6 años, que gira en torno al pensamiento lógico-matemático y donde convergen diversos saberes ancestrales, la etnomatemática y varias de las más extraordinarias invenciones humanas.
Evaluación permanente
¿Y qué hay de la forma de evaluar? Como lo mencioné antes, existe un sistema de evaluación, el cual es constante, descriptivo y cualitativo. Los maestros llevan un diario de campo donde registran el proceso de aprendizaje de cada estudiante, observan y potencian sus fortalezas y lo acompañan para superar sus debilidades. Es un proceso que armoniza con la autoevaluación y la coevaluación. Sin embargo, como afirma Sandra, no se descartan del todo los exámenes que buscan evidenciar conocimientos más específicos que no son observables durante las interacciones grupales y otras dinámicas del aula.
“sabemos por dónde arrancan los niños pero no sabemos qué camino van a tomar”.
Igualmente sostiene que aunque los niños y jóvenes están inmersos en un sistema educativo que los evalúa de una forma distinta a la del CEL, ellos están en la capacidad de enfrentarse a pruebas estandarizadas, pues han vivido un ambiente donde han aprendido a leer y escribir con sentido, donde han vivenciado el conocimiento, lo han construido, lo han transformado, de forma que el aprendizaje ha sido genuino y les ha brindado herramientas de pensamiento crítico, tales como el análisis y la solución de problemas.
Relaciones y conflictos
El CEL se considera un gran equipo en el que todos aportan desde su quehacer y sus talentos. Si bien los maestros lideran la propuesta pedagógica, los niños, jóvenes y padres de familia lo enriquecen, lo retroalimentan y transforman en una búsqueda de sentido constante. Allí no hay un coordinador académico o de convivencia y se ha forjado a lo largo de los años un ambiente colaborativo en el que “todos pueden acceder al otro”, como afirma Sandra. Los roles y jerarquías se desdibujan a fin de crear un tejido humano que realmente contenga a todos los que confluyen en él.
En lugar de un manual de convivencia, el CEL elaboró un libro de acuerdos y desacuerdos escritos en positivo, que Sandra describe como “unos principios reguladores de la cotidianidad”. Las tensiones y los malestares que salen a flote son bienvenidos precisamente porque constituyen oportunidades para el crecimiento individual y colectivo, momentos en que los niños y jóvenes aprenden a autorregularse, al tiempo que los compañeros y los maestros también lo hacen. Los estudiantes sienten que algo no está funcionando bien y lo manifiestan; entran en un proceso de reflexión y toman decisiones para llegar a acuerdos, ya sea por medio de asambleas grupales o con las personas directamente implicadas en el conflicto. Juntos, proponen un acto reparador consecuente, a diferencia de un castigo (palabra que de hecho no aparece en el libro de acuerdos y desacuerdos). Al respecto, Martha me contó, sin titubear, que ha notado en Zamir “un cambio muy positivo en su manera de expresar su opinión y manifestar sus desacuerdos”.
Retos y aciertos
Con todo, no ha sido un camino fácil para el Centro Educativo Libertad. Ganarse la credibilidad de las familias ha sido un gran reto, sobre todo cuando la institución se ve enfrentada a expectativas de las familias que sencillamente no puede satisfacer. Algunas se sienten tan inseguras que optan por retirar a sus hijos para llevarlos a otros colegios “donde garanticen que mis hijos van a aprender”; recuerda Sandra una de las razones más comunes que dan las familias.
También se presenta el caso en que los niños y jóvenes no se sienten identificados con las dinámicas, los espacios, las formas de relacionarse debido a que, en parte, aún están atados a la norma, al deber hacer, y se resisten a dar el paso hacia nuevas formas de aprender. Sin embargo, es de suponer que pueden entrar otro tipo de razones en juego, la conciencia de cada ser, tan particular e insondable, las historias de vida, los impulsos que llevan a cada quien a optar por otros de senderos de aprendizaje. Según Sandra, otra de las mayores dificultades ha sido, de hecho, mantener la innovación, lo cual implica asumir el reto de que el actuar y el sentir de los estudiantes no parten de la norma. “Pero precisamente ese es de nuestros más grandes aciertos”, acentúa la directora con un brillo en los ojos, “escucharlos a ellos es un acierto”. Con sus sueños y sus preguntas, ellos han hilado el rumbo.
Kairós, el momento adecuado
Al bajar las distintas escaleras de caracol, me fui llenando de inspiración y de esperanza. Aunque el camino hacia una educación consciente y libre es largo y complejo, empezaba a encontrar pistas de personas que se estaban planteando algo distinto a lo convencional. Pero ¿dónde habían estado todo este tiempo? ¿Por qué no las había hallado antes? Quizá estas sean preguntas cuya respuesta no pertenecen al plano de lo meramente racional. Si bien yo había comenzado a plantearme interrogantes frente a mi labor como docente, madre y ser hace años, solo hasta ahora aparecían ante mí otros con una inquietud genuina sobre la escuela, deshaciendo lo aprendido para volver a construirlo todo, regresando a la forma natural de vivir para crear, así, nuestro propio destino.
Fernanda y yo cruzamos la puerta de nuevo y a pocos pasos dimos a una de las tantas estrechas calles de La Candelaria. Algunas casitas de colores ambientaban nuestra conversación llena de impresiones, sentimientos encontrados y un sinnúmero de preguntas más. A medida que bajamos hacia la Calle 19, y pasábamos por los hostales para extranjeros, los cafés, la Luis Ángel Arango, El Centro Cultural Gabriel García Márquez, retornaban pensamientos e imágenes de todo lo que he aprendido con la experiencia, lo que ha quedado impregnado en mi espíritu desde niña al recorrer las calles, los recintos y los parques de la ciudad, con mi madre, mi hermana, mi hijo, mi esposo, Milú, grandes amigos… ¿qué es “esa cosa llamada educación”? ¿No necesitamos educación, como revela Pink Floyd? ¿Cómo desprendernos del concepto de que escolaridad y educación es lo mismo? Esa frase de “la universidad de la vida” cada vez adquiere mayor significado para mí. Pero solo hay una cosa cierta, y es que la búsqueda de sentido sigue su curso.
Por favor me envían información de contacto puedo contactar a la escuela, estoy muy interesada!
¡Hola, Raquel! Por favor escríbeme al correo violeta.villalba@gmail.com y te doy la información. Saludos.
Violeta, hace un año lleve a mi hijo al cel con la intencion de que obtuviera una educacion diferente, pero el cupo le fue negado por tener un año mas que la generalidad del grupo al que debia ingresar, osea el tenia 10 años y sus compañeros nueve, hablamos con la persona encargada acerca de que esto nos parecia injusto y que no concordaba con la ideologia que profesa esta institucion , a lo cual no recibimos una respuesta, esta desicion de negar la posibilidad de estudio a un niño por una regla tan estricta y limitante me hizo recordar el dia que negaron la inscripcion de mi hijo a otro colegio por no tener partida de bautizmo osea no pertenecer a una religion determinante para la institucion, . a veces se idealizan las instituciones…pero la realidad es que del dicho al hecho hay mucho trecho.
Hola mira yo soy estudiante del cel.
El cel queda en la candelaria por la carrera 3ra y calle 8
bastante lírico el artículo pero con escasa información real
Hola, gracias por tus comentarios. ¿A qué te refieres con “información real”? Saludos.
Trabaje en el CEL 3 años y se quedaron en una revolución educativa que no responde a los jóvenes de ahora, no han replanteado sus propósitos que se quedan cortos. Parten de idealizar a los niños y los jóvenes olvidándoseles que ellos no sólo interactuan en el colegio. Parten de una idea de libertad que se transforma en libertinaje los muchacho hacen lo que quieren y no están preparados para un mundo académico real, el que quiere trabaja y el que no pasa simplemente porque no hay notas. Los estudiantes que son buenos son porque desde casa tienen padre que les exigen y los que no triste porque el colegio no deja exigir con el discurso que el conocimiento parte exclusivamente de su interés. Aparte si fuera así que es muy bonito debería tener las herramientas tecnológicas necesarias para enamorar a los estudiantes.
Tienes una muy mala manera de ver el colegio cel. yo llebo 8 años en el cel y me parece que todo lo que dices es ^|÷£<€, 3 años no bastan y estoy seguro que eras una de esas profesoras que no entiende la logica del cel, el cel es conocimiento y saber.
Que nosotros no trabajemos con uniformes y cordinadores no significa que no aprendamos.
Todo es real. Llevamos 5 años de feliz aprendizaje. El número del CEL es 2802713
Todo es real. Llevamos 5 años de feliz aprendizaje. Número de contacto del CEL 2802713
Cumpas, me parece que es importante que en las notas quede claro desde el comienzo dónde es que están ubicadas las experiencias de los diferentes relatos… En esta me costo mucho saber de qué lugar se hablaba!
Abrazos!
Allí trabaje siete años y puedo constatar que el sueño de una educación diferente, es real en este espacio. Cabe nombrar que del Cel muchos deciden terminar su educación media en La Escuela Mediática con la cual comparten el mismo enfoque y filosofía. Soy una maestra diferente gracias a mi experiencia en el Cel y la Escuela Mediática. Bello articulo que me trajo hermosos recuerdos.
Hola… Está muy interesante la forma forma en que se plabtea esto. Podrían mandar información a mi correo para adentrarme más en esta nueva forma
de educar. yeimmyalmasalla@gmail.com.
Gracias
Mi peque esta en nivel 7 el cual nombraron Hadas y Duendes, luego de un proceso democrático, creatividad y liderazgo para postular su nombre.
Ella ama su colegio, me dice que la deje hasta completar el ciclo en la Escuela Mediática. Yo le insinuó cambiarla y ella me dice “Mami no quieres que sea feliz?” Y eso me deja sin argumentos.
Ella es una niña diferente, les enseñan esos valores que hoy en día la sociedad tiene enbolatados.
Ella es feliz y yo también:)
Hola. He estado leyendo sobre la educación alternativa y me parece una propuesta muy valiosa, me interesa. La verdad de momento no tengo hijos pero sí veo un futuro con mi novio y me gustaría tener en cuenta este tipo de educación para considerarla en algún momento como opción para nuestros hijos. Lo que me inquieta, por lo que he visto en escuelas alternativas de otros países, es que acceder a este tipo de educación es algo costoso. La pregunta es: cuánto cuesta más o menos que un niño estudie en el CEL? Me gustaría, de ser posible, pasar algún día por las instalaciones y conocer un poco más de cerca el modelo de trabajo.
me encantaria conocerles mas, saber donde están ubicados, y los precios, ya que estas posibilidades académicas están muy alejadas del presupuesto de la clase media baja
Formaron a tres de mis sobrinos y solo debo decir que la sociedad tiene tres excelentes seres humanos. Un abrazo grande para la familia CEAL
Hola. He estado leyendo sobre la educación alternativa y me parece una propuesta muy valiosa, me interesa. La verdad de momento no tengo hijos pero sí veo un futuro con mi novio y me gustaría tener en cuenta este tipo de educación para considerarla en algún momento como opción para nuestros hijos. Lo que me inquieta, por lo que he visto en escuelas alternativas de otros países, es que acceder a este tipo de educación es algo costoso. La pregunta es: cuánto cuesta más o menos que un niño estudie en el CEL? Me gustaría, de ser posible, pasar algún día por las instalaciones y conocer un poco más de cerca el modelo de trabajo.
Hola, trabajé 2 años allí y l@s recuerdo mucho. Ahora me esfuerzo por llevar a otros lugares todo lo que aprendí en el CEL. No es fácil escribir un artículo sobre la experiencia de estar en el CEL, se necesita disponibilidad de cambio y un espíritu rebelde para mostrar que hay un lugar donde se encuentran las diferencias y los sueños. Un abrazo especial.
Leí el articulo entero pero no puedo identificar donde se desarrolla esta experiencia educativa, ¿en que país/ciudad esta el Centro Educativo Libertad?
Más fotos en horas de descanzo
que lindoo!!!….
quisiera mas informacion por favor de esta bella escuela…
por donde queda?
gracias gracias!
Buenos días. Me encantaría ir a conocer el espacio. Soy docente en formación de Danza Expresión Corporal, y claro que conocer experiencias así nutren mucho, a uno, como profesional, y como ser humano.
Gracias por compartirlo… Un abrazo.
Andrea
Mi hijo entro al CEL cuando apenas cumplía los 4 años, es un niño FELIZ !!! Le encanta su colegio, lo disfruta cada momento y su forma de relación con el mundo es otra. Construye su mundo en relación con los otros, sabe la importancia de los acuerdos, el respecto y la convivencia. De igual forma, da valor a las cosas, es creativo, vivas, logra mantener un dialogo sincero y de contexto. Como padre y madre, estamos muy contentos con su educación. Además por que el CEL involucra toda la comunidad educativa, y hacemos parte también de su aprendizaje a través de la investigación y participación en las distintas actividades de la institución. Vivir el ambiente del CEL, es una experiencia constante de la cotidianidad humana, es una alternativa social y democrática de aprendizaje en contexto y experiencial, aspecto importante a la hora de formar seres humanos para la vida y la libertad.
Estudie en el CEL 9 años, tuve momentos felices en mi niñez. Sin embargo, no siento que están bien preparados para manejar problemas con los chicos y chicas, sufrí de bullying por dos años y ningún profesor hizo nada, lo dejaron a mi suerte y no término muy bien como experiencia de vida. Académicamente el colegio es muy regular, no creo en la educación tradicional, pero siento que les hace falta motivar a los estudiantes para que ellos mismos estén interesados por conocer y aprender