Laura nos relata la propuesta de la Fundación Con las Manos en la Tierra, fruto de un grupo de familias que por diferentes razones desescolarizaron a sus hijos y comenzaron con un proyecto educativo atravesado por la tierra, las tradiciones pedagógicas indígenas y la práctica comunitaria.
La Fundación Con las Manos en la Tierra está ubicada en Aguabuena, a una media hora de viaje de distancia del municipio de Ráquira, Boyacá, Colombia. El proyecto empieza a gestarse cuando Cristian y Cáterin deciden educar a sus hijos en casa, luego de que uno de los profesores de la escuela regional golpeara con un lápiz a una de sus hijas. Disgustados por el hecho, toman la determinación de hacerse cargo al cien por cien de la educación de sus tres hijos. Posteriormente, se les une una familia de indígenas Wiwa (Costa Caribe colombiana), quienes decidieron no enviar a sus hijos a la escuela local a causa de las marcadas dificultades de sus hijos para adaptarse a una cultura diferente a la propia, además de no hablar bien el castellano. Es así como se comienza a formar una red de familias que educan a sus hijos en casa, en colaboración con la comunidad.
La Fundación inicia el proceso de oficialización al tiempo que se vinculan más personas; entre ellas, maestros Waldorf y sabedores indígenas, quienes introducen nuevos métodos de enseñanza: la pedagogía del colibrí (de origen Kággabba), la pedagogía del canasto (de origen Witoto, Amazonas colombiano) y la práctica del Mambeo (o Círculo de la Palabra).
La Pedagogía del Canasto
Concebida por Ignacio Murillo (Mamo Suaie), plantea que tenemos dos canastos: uno es el costillar (ubicado en las costillas, donde se encuentra el corazón), y el otro está afuera, hecho de ilusión. De esta forma, la cosas que alguien dice y que no nos gustan o no nos interesan las ponemos en el canasto hecho de ilusión; en el caso de las cosas sí nos gustan o interesan, las ponemos en el canasto costillar, junto al corazón.
La Pedagogía del Colibrí
Según un mito indígena, el colibrí representa al espíritu. Una de sus alas representa todo lo occidental; es decir, lo europeo que llegó a este continente durante la conquista. El otro ala representa todo lo nativo de este territorio. La cabeza, el pecho y el vientre nos representan a nosotros como pueblo mestizo. en base a esto, la pedagogía plantea que las tradiciones indígenas deben ser trasformadas para ser adoptadas a nuestra condición mestiza y al contexto actual. También resalta la importancia del pensamiento científico y la investigación, a la vez que sostiene que el conocimiento debe ser público, accesible para toda la comunidad.
El Mambeo o Círculo de la Palabra
Consiste en reuniones en las que se conversa sobre el proceso y las necesidades del niño. Los Mambeos son de participación abierta; en algunos interviene toda la comunidad y en otros, sólo algunas familias (por ejemplo, familias que tienen niños muy pequeños). No hay fechas ni horarios fijos para su realización; se trata de algo muy espontaneo y libre.
“Una señora vino una vez y nos preguntó si podía inscribir a su hija”, cuenta Cristian. “Nosotros le respondimos que no, porque los que se inscriben aquí ¡son los padres! Nosotros somos los que estamos chuecos…” Con ello se refiere a que son los padres quienes necesitan aprender, para poder así educar a sus hijos desde un nuevo paradigma.
Los objetivos
En conclusión, la Fundación se centra en re-educar a los padres a través de la práctica del Mambeo, a la vez que formar una red de apoyo entre padres que educan en casa y hacer encuentros en los que participan todos los niños de la comunidad.
Según la tradición indígena, es necesario construirle una casa al espíritu del proyecto, por lo que la comunidad se encuentra edificandondo una vivienda mediante técnicas de bioconstrucción, que funcionará a la vez como un “banco de recursos” en el que las familias podrán encontrar toda clase de materiales didácticos, y como un centro disponible para reuniones y desarrollo de talleres.
Por el momento, se realizan encuentros en las casas de las diferentes familias, aprovechando los conocimientos de la comunidad sobre tejido, modelaje en barro (arte tradicional del municipio) y cocina, entre muchas otras actividades. Paralelamente, Cristian y Cáterin conformaron un grupo de teatro en colaboración con la escuela local.
Es habitual que la comunidad reciba visitas; es posible mencionar entre ellas al colegio English School, a la Casa Taller de Bogotá, a sabedores de la Sierra Nevada de Santa Marta, a nativos Sioux (habitantes ancestrales de América del Norte) e, incluso, a grupos de monjes Zen provenientes de Japón, como ocurrió en una ocasión. Todas ellas, personas interesadas en conocer y participar del proyecto.
La Fundación Con las Manos en la Tierra es un proyecto aún en construcción, financiado con dinero donado por la comunidad. Busca contribuir al desarrollo de sus niños desde un punto de vista humanitario, respetando las creencias personales y familiares de cada miembro, al tiempo que fomentan vínculos con “el Otro”: es decir, con quienes integran su comunidad, y con “lo Otro”: la naturaleza y el territorio en el que viven. Rescatan las tradiciones indígenas como herramienta de aprendizaje en un contexto actual, y convierten los mitos y leyendas Muhyscas en un referencia para la vida.
Si quieres saber más sobre esta experiencia educativa, puedes visitar su página web en Facebook: https://www.facebook.com/fundacion.conlasmanosenlatierra
excelente experiencia
Me encanta la experiencia. Ojalá todas las escuelas, al igual que la vida, fuera así. Un abrazo enorme desde Catalunya!!!!
Felicidades, por atreverse y por comprometerse con el presente y futuro de sus hijos y niños de la comunidad.
Es muy interesante lo de la pedagogía del canasto, dan ganas de saber más a fondo cómo funciona y la clase de cosas que los niños aprenden, ya que todo está bajo su propio juicio o criterio.
Ademas la manera de pensar de los niños de la fundación debe ser muy distinta a la de un niño educado en un colegio tradicional
UN saludo desde Macas – Morona Santiago en el Oriente Ecuatoriano, me encanta leer sobre estas experiencias en otras partes del mundo, gente que se atreve a hacer algo diferente impulsados por su amor hacia sus hijos, la naturaleza y otros seres humanos. Aca en mi localidad estamos desde hace 3 años iniciando un proyecto similar, iniciamos con un preescolar alternativo no directivo y actualmente estamos trabajando para armar la comunidad con niños en edad operativa y estamos muy animados. Saludos.!
Qué lindo! Este artículo me ha traido varias ideas que quiero introducir con mis hijas. Vivimos en california y nunca han ido al colegio. Hacemos homeschooling, pero bien libre. @LizObregon, se que en Ecuador han desaparecido muchas escuelas alternativas, cómo hacen? el gobierno no los molesta? He considerado regresar a Ecuador por un tiempo con mi familia pero veo que no habría libertad de educación allá. El año pasado visitamos, pero nadie sabía si era posible hacer escuela en casa.
Felicidades su trabajo me es muy útil soy Bióloga y quiero emprender un grupo de niños que quieran a prender de otra manera a ser mas humanos , esto como servicio a mi comunidad y a la naturaleza, construir con estos niños una comunidad de dialogo que se preocupen por nuestro entorno, solo les hago la petición de saber mas a fondo de estas pedagogías.