Mauricio Camacho es un viajero apasionado que está de gira por el mundo buscando experiencias educativas a las cuales pueda vincularse. Esta vez llegó hasta Bali, Indonesia, y desde allí nos relata su experiencia en Green School, una escuela a mitad del bosque que busca enfocarse en la sustentabilidad, las metodologías educativas y los procesos comunitarios.

En medio de la selva Balinesa existe una escuela llamada Green School (Escuela Verde). Como su nombre lo dice, este colegio basa su modelo educativo alrededor de la sustentabilidad. Fundada seis años atrás por John y Cynthia Hardy, este lugar surgió como una respuesta a su constante preocupación por el mundo que desearían dejar a las nuevas generaciones.

Cuando se visita la Green School por primera vez, ocurre que podemos asombrarnos por todo lo que allí se vivencia. El diseño del lugar es innovador, no sólo porque todo está construido en bambú, sino también por el aporte de la arquitectura. Este lugar no tiene referencia alguna con las escuelas tradicionales que hemos podido conocer. El colegio es un espacio libre de paredes, los salones están diseñados de tal manera que el viento fluye constantemente y la naturaleza forma parte del ambiente de clases. A su vez estando a mitad de la selva se permite el contacto con todo tipo de animales, plantas, insectos e incluso el río más largo de la isla.

Llegué a la escuela como productor de medios audiovisuales y eso me permitió adentrarme con mayor exactitud en todo el desarrollo interno. Básicamente podría resumir el funcionamiento de la escuela en tres áreas: El sistema educativo, la sustentabilidad y la comunidad.

En este video te enterarás un poco más de nosotros:

El Sistema Educativo

En el referente educativo considero que la Green School está haciendo las cosas bien. El currículo que se sigue es propio y se basa en el sistema Three Springs Day de Alan Wagstaff. Para kínder, primaria y secundaria, el día es muy similar y se divide en tres: El área temática, el área experiencial y el área de competencia. Básicamente, esto significa que la enseñanza está dividida en temáticas. Cada temática es asignada de acuerdo a la edad del grupo de estudiantes al que se va aplicar y, a partir de ella, se imparten todos los conocimientos, procurando implementar aprendizaje real y experiencial en todo lo que se pueda.

Cuando participé en una actividad con los niños de primero de primaria, se utilizó la temática “The Useful Fairies” (Las hadas Útiles). La razón por la que aparecieron estas hadas fue para enseñar a los alumnos la importancia de reciclar. A partir de ello, los alumnos trabajaron arduamente para crear el centro de reciclaje de la escuela, aprendiendo varios métodos para darle otro uso a los desechos.

Luego, con el propósito de vincular a la comunidad, se invitó a que la gente del sector llevara la basura reciclable a cambio de unas monedas con las que podías comprar algunos de los productos producidos por ellos, consiguiendo que las niñas y niños de primero manejaran un negocio que funcionaba bajo su propia moneda y su propio banco.

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Jugando en el barro

Con los alumnos de la secundaria se hizo un proceso similar de concientización frente al uso de desechos orgánicos e inorgánicos, centrado en la realidad del mundo, la importancia de los ríos, de la salud, de la contaminación y demás actividades vinculadas a la pertinencia del reciclaje.

Además, hace falta mencionar que todos los grados tienen una clase llamada Green Studies, la cual tiene como objetivo crear una conexión entre el estudiante y la naturaleza, para así generar un sentimiento de pertenencia y responsabilidad hacia la sustentabilidad del planeta. Dentro de esta clase los alumnos aprenden las bases de permacultura en conjunto con técnicas agricultoras locales. Cada salón tiene su propio jardín y varios tienen a su animal que cuidar. Dentro del campus se tienen conejos, vacas, cabras, puercos y gallinas.

Ahora bien, lo que compete a la preparatoria tiene su propio sistema. El año lo dividen en bloques de seis semanas. En cada bloque el alumno elije seis materias a cursar. Dentro de un año escolar, el estudiante cursará 36 materias de alrededor de 200 opciones a elegir. Cada materia otorga un cierto número de créditos y para poder graduarse hay que cumplir con un número establecido de créditos en las áreas de: ciencias, matemáticas, inglés, estudios ambientales, humanidades, artes, educación física, empresa y optativas. El alumno elije el modo como quiera cursar estas materias.

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Aprendiendo juntos

Incluyendo matemáticas, física y ciencias, todas las materias son bastante creativas. Por ejemplo: uno de los cursos de química toma el nombre de “El apocalipsis zombi” y en él, todas las clases parten de la premisa de que vivimos en un mundo invadido por los muertos vivientes. El curso de física, explora los poderes de los súper héroes que aparecen en los comics. Averiguan qué es lo que realmente pasaría, si Supermán atrapa a Luisa Lane mientras va cayendo de un edificio. En matemáticas, se emula el reality show “Survivor” y los alumnos pasan todo el curso averiguando acertijos y problemas para conseguir puntos para sus equipos.

En las ciencias humanas también hay varias opciones como: Cine de Guerrilla, Organiza tu Concierto, ¿Quién Gobierna al Mundo?, POPaganda, Construye una Tabla de Surf, Guerreros ecológicos, Crea tu Caricatura, etc.

Posiblemente el aspecto más especial de esta preparatoria, es el énfasis en fortalecer sentimientos de respeto, tolerancia y servicio social. Durante todo el año los estudiantes crean campañas para asegurar que todos los miembros de la comunidad se vuelvan sensibles ante los temas del bullyn y el género . Además trabajan con ciertas organizaciones para apoyar estas causas. En el último año los estudiantes elijen un tema de interés para investigar y después lo presentan.

La Sustentabilidad

Hablar de la sustentabilidad de la escuela no sólo tiene que ver con el cuidado al medio ambiente sino también del funcionamiento interno del colegio. Dentro de temas como energía, alimento y construcción, la Green School es de las escuelas más sustentables del planeta. Pero en temas como lugar de trabajo, accesibilidad a la educación y en su apoyo a la comunidad local, le hace falta, según mi opinión, más trabajo para convertirse en el ideal soñado de “Green School”.

Al ser una escuela tan joven se vienen dando incontables cambios en administradores, directores, currículos adoptados, filosofías de educación, contratos, políticas y más cosas. La intención de expandirse como escuela ha desequilibrado a momentos la estabilidad del lugar provocando una amplia rotación de personal cada fin de año.

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Casa de niños

Por otro lado, el sistema educativo es muy bueno. Sin embargo su orientación internacional ha provocado que los gastos sean inmensos y los costos poco accesibles para el común denominador de ciudadanos. Un año de estudio en la Green School, cuesta aproximadamente USD$13,000. En consecuencia el ingreso solo es permitido para un determinado grupo de personas que cuentan con el debido respaldo económico. Sin embargo a la escuela han llegado algunas familias de procedencia humilde que hacen el esfuerzo de poner a sus hijos en este contexto con el deseo de que los métodos de aprendizaje les permitan un mejor futuro.

La escuela tiene una política que busca que 20% del alumnado esté conformado por estudiantes becados de nacionalidad Indonesa. La beca es completa. Hasta ahora sólo se ha logrado un 11%, pero hay mucha gente trabajando para lograr el objetivo. Sin embargo el programa no respalda la continuidad y muchos de los estudiantes que han sido aceptados en universidades extranjeras con becas completas, no pueden pagar vuelos ni costos de manutención.
En conclusión, desde mi perspectiva falta aún un largo proceso para que la escuela pueda llegar a ser del todo sustentable; todo es cuestión de tiempo y de trabajo.

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En clase

La Comunidad

La primera impresión al llegar a la escuela se da por los enormes edificios. La construcción hace pensar que no estamos en una escuela. Hablando con varias personas confesaron haber llegado a esta escuela porque les llamó de primera intención la estructura moderna de su construcción. No obstante, al participar  con el personal que hace parte de esta comunidad, pude sentir que más allá de la atractiva arquitectura, la belleza del lugar radica en la gente que comparte, se interesa por aprender y conviven como una familia que se compone por gente de aproximadamente 40 nacionalidades.

Dentro del grupo  encuentras  gente que ha tocado en festivales de música internacionales; otros que han creado empresas súper exitosas; algunos que han recaudado millones de dólares para caridad; varios que han viajado por todo el mundo.
Dentro de los padres de familia encuentras profesiones más diversas como: hay un cazador de tesoros, un señor que inventó su propia arte marcial y hasta está el actor que actúo como el Power Ranger azul.

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Creando vínculos

Con referencia a los negocios encontramos granjas de productos orgánicos, restaurantes de comida cruda, el mejor café de Bali, músicos profesionales y hasta la gente que estuvo detrás del holograma de Micahel Jackson que recientemente apareció en los Billboard Music Awards.

Al final me siento muy satisfecho con lo que me llevo de este gran proyecto. Tal vez las cosas no resultaron ser como las imaginé después de mi primera impresión, pero tampoco estuvieron tan lejanas. Como sucede a menudo con todo, la Green School no es perfecta: tiene sus cosas buenas y tiene sus cosas malas. En mi opinión, es una muy buena escuela y me encantaría que mis futuros hijos asistieran, claro está, Si encuentro el dinero pagar la colegiatura.

Si te interesa conocer más acerca de esta escuela, te invitamos a ver los videos que aparecen a continuación: