Participé los últimos 3 días del 4to Congreso de Creatividad y Pedagogía realizado en la ciudad de Cartagena de Indias, Colombia; organizado por la Fundación Universitaria del Area Andina.

Fuí invitado por Tania Meneses, coordinadora académica del congreso, quien manifestó haber utilizado “La Educación Prohibida” como recurso dentro de las áreas de investigación en educación e inteligencia colectiva. A decir verdad, me sorprendí gratamente por la gran cantidad de profesores de la universidad y maestros que se acercaron a contarme como habían utilizado La Educación Prohibida como recurso en sus clases.

En general todos valoraron lo efectiva que les resultó la película para hacer hablar y discutir a la gente. Un director escolar de Bogotá me comentó que había proyectado la película a todo el plantel de maestros, y el debate posterior fue una experiencia que propició muchos cambios en la escuela. Cada vez estoy más convencido que lo interesante sucede cuando la película termina, y quedamos las personas, con nuestra palabra, nuestras ideas y la necesidad de expresarnos y comunicarnos.

Pedagogía De-colonial

La propuesta del congreso se centraba en 3 rizomas de reflexión fundamentales:

  • Cartografías sociales y narrativas pedagógicas emergentes.
  • Pedagogías de-coloniales.
  • Conocimiento socialmente responsable.

Particularmente me interesó el concepto pedagogía decolonial, acostumbrado a oir sobre pedagogía liberadora o emancipadora, indagué entre los organizadores del evento el origen de este rizoma. La pedagogía decolonial, además de incluir el sentido político de la liberación, incluye un entendimiento de que la pedagogía imperante es colonialista, en otras palabras, el término se define por la negativa. Eso nos hace preguntarnos sobre las características colonialistas de otras pedagogías, incluyendo pedagogías alternativas.

Otro elemento que puedo identificar en el concepto pedagogía decolonial es el retorno a una situación previa a la colonia; en este sentido pedagogía decolonial también implica validar las raíces culturales que surgieron de las comunidades previas a los procesos de dominación.

Un tercer enfoque es una mirada geopolítica; tal vez solo podemos hablar de pedagogía decolonial en países del tercer mundo, en los que la escolarización hegemónica, tuvo un lugar importante en la desaparición de formas de enseñanza / aprendizaje ancestrales, originarias (un ejemplo claro de este tema puede observarse en la película Schooling the world).

Algunas ideas para compartir

Si bien no hubieron presentaciones sobre experiencias de educación alternativa, algunos ponentes internacionales tocaron el tema de las pedagogías decoloniales. Me gustaría resaltar algunos temas que llamaron mi atención y fueron aplaudidos por la audiencia.

Desde Bolivia, nos acompañó Luis Pedro Espinoza, también conocido como Chamalú, un lider comunitario que desde hace décadas se dedica a difundir el pensamiento y las enseñanzas de los pueblos originarios en su región, principalmente en relación a como ser felices. Espinoza relata como su cultura considera la infelicidad como una enfermedad, y relaciona directamente la decadencia occidental con la infelicidad de los maestros. Un maestro infeliz enseña infelicidad a sus alumnos, nos dice Chamalú; siendo su propuesta el trabajo interno de los docentes para ser felices.

El congreso contó con la participación del profesor holandés Arjen Walls, catedrático de UNESCO en el aprendizaje social y el desarrollo sostenible. Walls compartió parte de la investigación / evaluación que realizó a pedido del evento Rio+20 sobre la primer década del siglo XXI, declarada por la UNESCO como la década de la educación para el desarrollo sostenible o ESD. Walls se pregunta constantemente sobre este concepto, y si de alguna forma, no implica continuar pensando con las herramientas que nos llevaron a la no-sustentabilidad. “Hace 50 años el plástico era un invento que revolucionaría la industria, y solucionaría miles de problemas, el plástico era sostenible en aquel entonces”, dice Walls, invitando a preguntarnos si acaso estas formas de educación para el desarrollo sostenible y la economía verde, no son realmente una manera de seguir manteniendo la causa de todos los males con una lavada de rostro.

Dentro de su propuesta, Walls nos ilustra algunas escuelas verdes, y describe la gran diversidad de propuestas pedagógicas alineadas en gran medida con la preservación del medio ambiente: educación para el desarrollo, educación ambiental, educación para el consumo consciente, educación para los derechos humanos, educación para la reducción de desastres, educación para el cambio climático. Todas comparten ideas, pero también son muy diversas.

Finalmente conocí a Kosha Anja Joubert, sudafricana, presidente de la Red Global de Eco-aldeas o GEN (Global Ecovillage Network). Kosha habla de educación y redes para la transición regenerativa, presenta el currículum propuesto por la red de Eco-aldeas, e invita a pensar en las eco-aldeas para el futuro. En algunos momentos, Kosha relata algunas experiencias educativas que se dan dentro de estas eco-aldeas, y algunas guardan una gran relación con formas de educación alternativa que hemos conocido.